Jueves, 01 Septiembre 2016 17:58

Compuestos presentes en la borraja protegen del daño en el ADN

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Un trabajo de colaboración entre las universidades de Córdoba y Cádiz y el Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC) trata de caracterizar la planta como ‘superalimento’

La borraja no goza en el sur de España de la misma fama que tiene en el norte. En Andalucía se considera a esta planta de hojas grandes y flor azulada como una mala hierba, y se procura su eliminación. En Aragón, La Rioja y Navarra, sin embargo, está presente en los mercados como una verdura más y es apreciada como ingrediente gastronómico en guisos. Con el fin de acabar con su mala fama y ofrecer una alternativa en la horticultura andaluza, un equipo conjunto de la Universidad de Córdoba (UCO) y del Instituto de Agricultura Sostenible, con apoyo de la Universidad de Cádiz, ha demostrado los efectos saludables de su consumo. Para ello, han descrito propiedades tanto en la hoja como en la semilla que pueden servir para considerar a la borraja como un superalimento.
“Es como se conoce aquel producto que aporta propiedades más allá de la mera alimentación”, define María Dolores Lozano, investigadora del Departamento de Genética de la UCO. En los países desarrollados, hay una corriente de consumidores que buscan un valor añadido en su lista de la compra. La industria alimentaria ha canalizado esta demanda bajo esta etiqueta u otras similares. En el caso de la borraja (Borago officinalis), describir propiedades denominadas funcionales puede potenciar tanto su cultivo como su consumo y supone el origen de este trabajo de investigación conjunto.
El equipo científico se ha fijado en dos partes del vegetal. Por un lado, en sus hojas, que alcanzan una longitud de entre cinco y quince centímetros, como las de la espinaca. Por otro, en sus semillas negras del tamaño de un grano de arroz. Ya desde la Antigüedad se le atribuían propiedades beneficiosas para la salud y algunos remedios medicinales de carácter casero incluían infusiones de borraja. No obstante, es necesario describir de forma científica qué propiedades dispone la planta, puesto que el uso tradicional no es un conocimiento sistemático.
Hojas
En el caso de las hojas, se diseñó un experimento para comprobar si el consumo de la verdura era seguro y si disponía de propiedades beneficiosas para la salud. Se administró a moscas de la fruta (Drosophila melanogaster) el equivalente a la ración humana. Las hojas se liofilizaron, esto es, se deshidrataron sin que perdieran sus compuestos bioactivos originales. El trabajo permitió conocer el rango en el que el alimento es recomendable y permitió observar ciertas capacidades quimiopreventivas. En concreto, compuestos fenólicos presentes en la borraja eran capaces de revertir las mutaciones convencionales que se producen en los organismos vivos. Estas variaciones en el código genético se producen por los agentes oxidantes que entran o se generan  en las células y pueden ser origen, o contribuir al desarrollo, de las células cancerígenas.
Con el fin de comprobar si la borraja conservaba estas propiedades en humanos, se administró el extracto de la planta a cultivos celulares de un tipo de leucemia. “Vimos que se inhibía el crecimiento de las células tumorales”, explica la catedrática de la UCO Ángeles Alonso. Tanto en el modelo de la mosca como en el cultivo celular, el equipo observó que la borraja ejercía un papel protector y preventivo. Los resultados han sido publicados recientemente en la revista científica Nutrients.
Semillas
El aceite de borraja está presente en algunos productos comerciales como suplementos alimenticios. “Presenta un ácido graso llamado gamma linolénico esencial para el ser humano”, indica Antonio de Haro, profesor de investigación en el Departamento de Mejora Genética Vegetal del IAS. En las personas mayores empieza a fallar su síntesis en el organismo y puede producir efectos visibles, como la aparición de arrugas en la piel. La falta de este compuesto también está asociado a problemas de salud como la cirrosis hepática, dermatitis atópica o en la menopausia.
El equipo conjunto ha demostrado que el ácido gamma linolénico presente en las semillas de la borraja también tiene efectos protectores para el ADN tanto en estudios in vivo como in vitro. Los resultados fueron publicados en PLOS ONE.
Para poder llevar a cabo esta investigación, se ha partido del cultivo, selección y caracterización de la planta realizada por parte del Departamento de Mejora Genética Vegetal del IAS. Por su parte, el Departamento de Ingeniería Química y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Cádiz realizó la extracción y análisis del aceite de las semillas en condiciones de fluidos supercríticos.
María Dolores Lozano-Baena, Inmaculada Tasset, Andrés Muñoz-Serrano, Ángeles Alonso Moraga y Antonio de Haro-Bailón. ‘Cancer Prevention and Health Benefices of Traditionally Consumed Borago officinalis Plants’. Nutrients. 8(1), 48; doi:10.3390/nu8010048
Inmaculada Tasset-Cuevas, Zahira Fernández-Bedmar, María Dolores Lozano-Baena, Juan Campos-Sánchez, Antonio de Haro-Bailón, Andrés Muñoz-Serrano, Ángeles Alonso-Moraga. ‘Protective Effect of Borage Seed Oil and Gamma Linoleic Acid on DNA: In Vivo and In Vitro Studies’. PLOS ONE. Published: February 27, 2013. http://dx.doi.org/10.1371/journal.pone.0056986I

Investigadores de la UCO y del IAS enseñan muestras de borraja liofilizada y productos derivados de esta planta

 

La borraja no goza en el sur de España de la misma fama que tiene en el norte. En Andalucía se considera a esta planta de hojas grandes y flor azulada como una mala hierba, y se procura su eliminación. En Aragón, La Rioja y Navarra, sin embargo, está presente en los mercados como una verdura más y es apreciada como ingrediente gastronómico en guisos. Con el fin de acabar con su mala fama y ofrecer una alternativa en la horticultura andaluza, un equipo conjunto de la Universidad de Córdoba (UCO) y del Instituto de Agricultura Sostenible, con apoyo de la Universidad de Cádiz, ha demostrado los efectos saludables de su consumo. Para ello, han descrito propiedades tanto en la hoja como en la semilla que pueden servir para considerar a la borraja como un superalimento.


“Es como se conoce aquel producto que aporta propiedades más allá de la mera alimentación”, define María Dolores Lozano, investigadora del Departamento de Genética de la UCO. En los países desarrollados, hay una corriente de consumidores que buscan un valor añadido en su lista de la compra. La industria alimentaria ha canalizado esta demanda bajo esta etiqueta u otras similares. En el caso de la borraja (Borago officinalis), describir propiedades denominadas funcionales puede potenciar tanto su cultivo como su consumo y supone el origen de este trabajo de investigación conjunto.


El equipo científico se ha fijado en dos partes del vegetal. Por un lado, en sus hojas, que alcanzan una longitud de entre cinco y quince centímetros, como las de la espinaca. Por otro, en sus semillas negras del tamaño de un grano de arroz. Ya desde la Antigüedad se le atribuían propiedades beneficiosas para la salud y algunos remedios medicinales de carácter casero incluían infusiones de borraja. No obstante, es necesario describir de forma científica qué propiedades dispone la planta, puesto que el uso tradicional no es un conocimiento sistemático.


HojasEn el caso de las hojas, se diseñó un experimento para comprobar si el consumo de la verdura era seguro y si disponía de propiedades beneficiosas para la salud. Se administró a moscas de la fruta (Drosophila melanogaster) el equivalente a la ración humana. Las hojas se liofilizaron, esto es, se deshidrataron sin que perdieran sus compuestos bioactivos originales. El trabajo permitió conocer el rango en el que el alimento es recomendable y permitió observar ciertas capacidades quimiopreventivas. En concreto, compuestos fenólicos presentes en la borraja eran capaces de revertir las mutaciones convencionales que se producen en los organismos vivos. Estas variaciones en el código genético se producen por los agentes oxidantes que entran o se generan  en las células y pueden ser origen, o contribuir al desarrollo, de las células cancerígenas.


Con el fin de comprobar si la borraja conservaba estas propiedades en humanos, se administró el extracto de la planta a cultivos celulares de un tipo de leucemia. “Vimos que se inhibía el crecimiento de las células tumorales”, explica la catedrática de la UCO Ángeles Alonso. Tanto en el modelo de la mosca como en el cultivo celular, el equipo observó que la borraja ejercía un papel protector y preventivo. Los resultados han sido publicados recientemente en la revista científica Nutrients.
SemillasEl aceite de borraja está presente en algunos productos comerciales como suplementos alimenticios. “Presenta un ácido graso llamado gamma linolénico esencial para el ser humano”, indica Antonio de Haro, profesor de investigación en el Departamento de Mejora Genética Vegetal del IAS. En las personas mayores empieza a fallar su síntesis en el organismo y puede producir efectos visibles, como la aparición de arrugas en la piel. La falta de este compuesto también está asociado a problemas de salud como la cirrosis hepática, dermatitis atópica o en la menopausia.


El equipo conjunto ha demostrado que el ácido gamma linolénico presente en las semillas de la borraja también tiene efectos protectores para el ADN tanto en estudios in vivo como in vitro. Los resultados fueron publicados en PLOS ONE.


Para poder llevar a cabo esta investigación, se ha partido del cultivo, selección y caracterización de la planta realizada por parte del Departamento de Mejora Genética Vegetal del IAS. Por su parte, el Departamento de Ingeniería Química y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Cádiz realizó la extracción y análisis del aceite de las semillas en condiciones de fluidos supercríticos.


María Dolores Lozano-Baena, Inmaculada Tasset, Andrés Muñoz-Serrano, Ángeles Alonso Moraga y Antonio de Haro-Bailón. ‘Cancer Prevention and Health Benefices of Traditionally Consumed Borago officinalis Plants’. Nutrients. 8(1), 48; doi:10.3390/nu8010048Inmaculada Tasset-Cuevas, Zahira Fernández-Bedmar, María Dolores Lozano-Baena, Juan Campos-Sánchez, Antonio de Haro-Bailón, Andrés Muñoz-Serrano, Ángeles Alonso-Moraga. ‘Protective Effect of Borage Seed Oil and Gamma Linoleic Acid on DNA: In Vivo and In Vitro Studies’. PLOS ONE. Published: February 27, 2013. http://dx.doi.org/10.1371/journal.pone.0056986

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