Asfixia de la I+D en Espa�a
�La ciencia puede contribuir a encontrar respuestas para salir de la crisis si se mantiene el esfuerzo inversor en generaci�n de conocimiento e innovaci�n�, (seg�n 5 cient�ficos galardonados con medallas Field, 48 con Premios Nobel y 130.000 ciudadanos).
En esta misma l�nea, desde la Comisi�n Sectorial de I+D de la CRUE, llevamos tiempo reivindicando que la inversi�n en investigaci�n no debe seguir ciclos econ�micos.
Todas nuestras voces se han unido llamando a los gobernantes a cambiar las pol�ticas de estrangulamiento de la I+D de nuestro pa�s. Desafortunadamente constatamos, al analizar los presupuestos de 2013, que la partida destinada a financiar la I+D sigue adelgazando (7,22% respecto a 2012), situ�ndonos en niveles de financiaci�n de 2005. Todo ello mientras observamos que el Ministerio de Hacienda da una vuelta de tuerca m�s al sistema de I+D, con retrasos incomprensibles en el pago de los mismos, con la cancelaci�n de subvenciones ya concedidas, alegando, impropiamente, el incumplimiento de los objetivos de contenci�n del d�ficit de las CCAA, con demoras en la publicaci�n de la convocatoria de proyectos correspondiente a 2013 y con la imposici�n de medidas para la contrataci�n que est�n destrozando la carrera de los investigadores j�venes, que tantos esfuerzos y fondos p�blicos nos ha costado.
Lamentamos y reprobamos la descoordinaci�n interministerial y la descoordinaci�n entre el gobierno y las comunidades aut�nomas en la gesti�n de la I+D+i estatal. Particularmente, graves son los retrasos injustificables en la publicaci�n de convocatorias de contrataci�n de investigadores (programas Ram�n y Cajal, Juan de la Cierva, Torres Quevedo�) y la alarmante reducci�n en los programas pre-doctorales. La prosperidad del sistema de ciencia y tecnolog�a de nuestro pa�s depende, fundamentalmente, de los j�venes investigadores. Personas que, ante la falta de oportunidades y valoraci�n, abandonan su carrera o su pa�s. Resulta dif�cil captar talento sin ser capaces de retenerlo.
En este panorama desolador, la incomprensible complejidad de los procesos de justificaci�n de los proyectos de investigaci�n, por parte de las entidades p�blicas financiadoras y por la necesidad no abordada de modificaci�n de la ley de subvenciones para adaptarla al sistema nacional de I+D+I, distraen a los investigadores de su labor, oblig�ndoles a intervenir en auditor�as y recursos que, adicionalmente, est�n colapsando los sistemas administrativos de gesti�n de la investigaci�n y los servicios jur�dicos de las universidades espa�olas. Todo ello redundando en una disminuci�n en la eficiencia del sistema nacional de I+D+i, tristemente basado en la desconfianza.
Desconfianza que est� en la base del escaso papel que se concede a la universidad, pese a ser donde se genera la mayor parte de la investigaci�n en nuestro pa�s. Desconfianza y falta de financiaci�n que dif�cilmente casan con la proliferaci�n de comisiones y nuevos rankings, en los que, �a cambio de nada�, pretenden que las universidades espa�olas aparezcamos �por fin�, entre las 100 primeras del mundo.
Con rotundidad afirmamos que las universidades estamos en la mejor disposici�n para asumir, con responsabilidad, las necesarias reformas que hagan m�s competitivo y eficiente el sistema universitario, y m�s s�lida y especializada la transmisi�n y generaci�n del conocimiento. Para ello es necesario que el gobierno priorice y estabilice la inversi�n en educaci�n e I+D+i, dot�ndola de flexibilidad y desvincul�ndola de la situaci�n econ�mica del momento. Es esencial. El pa�s dif�cilmente puede resistir mucho tiempo si no se rescata con urgencia al sistema de I+D+i y a la ense�anza superior, sin duda los dos pilares sobre los que se debe apoyar nuestro futuro.