"La verdadera tragedia del cine no fue el exilio de Bu�uel como creador, sino como productor de la empresa Film�fono". As� lo cree el profesor y cr�tico de cine Carlos Col�n, que ha asegurado hoy que el retraso y la situaci�n de la industria cinematogr�fica espa�ola actual se debe a la ruptura y paralizaci�n de la producci�n que supuso la Guerra Civil. Pocos a�os antes, la productora Film�fono inici� un camino que, a juicio de Col�n, hubiese constituido el germen de una verdadera industria, "nunca lograda" por el inicio del conflicto. Pruebas de ese �xito inicial fueron pel�culas como "Morena Clara" o las adaptaciones de textos de Arniches y Benavente realizadas por Film�fono, en las que el cine comenz� a adaptar a sus formas la cultura popular. Eran adem�s pel�culas "t�cnicamente muy bien hechas".

La situaci�n actual se presenta, sin embargo, algo m�s esperanzadora; "empieza a resucitar", asegura Col�n, que ha diferenciado tres grandes l�neas de producci�n en el cine espa�ol actual. La primera de ellas, bautizada por el cr�tico como "sainete neocastizo", estar�a encabezada por directores como Santiago Segura, al que el profesor se ha referido como un "Ozores barnizado de modernidad". En el otro extremo estar�a la del cine de autor, en la que entrar�an las obras de Guer�n o V�ctor Erice. Entre ambas opciones se situar�a una tercera l�nea, que Col�n define como burguesa, que es la que a�n con ciertas licencias de libertad expresiva de sus autores aspira a llegar al gran p�blico. En esta l�nea de producci�n, el profesor coloca las pel�culas de Pedro Almod�var, "un verdadero farmac�utico de la trasgresi�n, que sabe colocar en la balanza la dosis justa de esc�ndalo para no espantar al p�blico". Esta �ltima l�nea es, para Carlos Col�n, la m�s interesante desde el punto de vista comercial porque, en su opini�n, es la que garantiza m�s �xitos de taquilla porque, como dice, "no se puede ir contra el p�blico".

Sobre el secreto del �xito taquillero, el profesor de la Facultad de Ciencias de la Informaci�n de Sevilla asegura que hasta los a�os setenta el culto a las estrellas y la afici�n del p�blico a determinados g�neros como las pel�culas del Oeste o de romanos hac�an de la inversi�n en cine un negocio m�s o menos seguro y rentable. Hoy, el �xito no es tan seguro ni el p�blico tan fiel ni los g�neros tan marcados y, aunque existan actores que atraigan al p�blico, Carlos Col�n est� convencido de que "est�n sometidos a una industria ca�tica ya un p�blico caprichoso". Para el cr�tico, "nunca una estrella de cine se vio obligada a hacer pel�culas tan malas". De hecho, en su opini�n, "la Warner, por ejemplo, jam�s se hubiese arriesgado a dejar que Bette Davis hicieses una pel�cula tan p�sima como algunas de las que han protagonizado artistas como Julia Roberts".