Las ciudades no solo son un espacio f�sico. Tambi�n existen en el �mbito de lo imaginario. Es un conjunto de edificios, calles y personas, pero al tiempo es sobre todo la consecuencia de las relaciones entre unos y otros. Es por tanto y tambi�n el resultado de la interpretaci�n de la urbe por sus habitantes, de la construcci�n de un lugar ret�rico, narrado con palabras o im�genes, que otorga sentido y condiciona la percepci�n del espacio f�sico.

Todo esto descansa en la confluencia entre territorio e identidad. Pero si bien el primer concepto no crea grandes problemas en su definici�n, el segundo es un asunto extremadamente complejo. El libro " La escritura visual de C�rdoba" , obra de Antonio Urqu�zar Herrera y Noem� de Haro Garc�a, editado por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de C�rdoba en colaboraci�n con el Ayuntamiento y la Oficina para la capitalidad 2016, trata la imagen de la ciudad desde ese doble acercamiento. Primero intentando delinear los t�picos que conforman la visi�n exterior de la capital y despu�s indagando la forma en que los cordobeses han hecho suyas tales ideas, im�genes y met�foras.

La obra se inscribe dentro de la colecci�n " Ciudad Escrita" que pretende reunir en sucesivas entregas una serie de aproximaciones a los aspectos que, en torno a las letras, definieron la personalidad cultural de C�rdoba a lo largo de sus mas de dos milenios de existencia. Su objetivo es poner al alcance de los lectores de manera amena, pero no exenta de rigor, una perspectiva de su pasado a trav�s del hilo conductor de la cultura.