La Hermandad Universitaria dio ayer noche su adios definitivo a la iglesia de San Pedro de Alc�ntara que la ha albergado desde su fundaci�n y que a partir de ahora por decisi�n del Obispado se convertir� en la sede del Seminario Redemptoris Mater del Camino Neocatecumenal, cuyos miembros son conocidos popularmente como los Kikos aludiendo al nombre de su fundador. Una jornada hist�rica pues, por triple motivo : la despedida del templo de la Plaza del Cardenal Salazar a la que se abre tambi�n la Facultad de Filosof�a y Letras, un recorrido in�dito en la historia de la joven Cofradia y la entrada en la Iglesia del Juramento que ser� ,desde ahora, su nueva sede can�nica. A id�ntica circunstancia ha debido hacer frente tambi�n la Hermandad del Rocio que desde San Pedro de Alc�ntara se ha trasladado a San Pablo.
Todo ello, el buen tiempo y el cada vez mayor n�mero de p�blico que congrega la Hermandad Universitaria y especialmente la singular talla de su Cristo titular, hizo que al abrirse el port�n de salida del templo la plaza estuviese completamente llena de gente y que fuese muy n�meroso el p�blico que se di� cita tanto en el patio de los Naranjos como en los alrededores de la Catedral para presenciar el desfile de los silentes encapuchados universitarios. Dos cortos tramos de nazarenos a quienes acompa�aban como representantes de la Instituci�n el vicerrector de Tecnolog�as de la Informaci�n y de la Comunicaci�n Juan Antonio Caballero y el decano de la Facultad de Filosof�a, Eulalio Fernandez.
El desfile hizo estaci�n en la Catedral y en la capilla del Sagrario, para despues salir por la Puerta de Santa Catalina y proseguir por magistral Gonz�lez Franc�s, Cardenal Gonz�lez, Lucano, Lineros, Carlos Rubio, Guti�rrez de los Rios, Fern�n P�rez de Oliva y la Plaza de San Andr�s y , desde alli , enfilar ya hacia el Realejo, Santa Maria de Gracia y la Plaza de San Rafael para llegar a la iglesia del Custodio pasada la una de la ma�ana. A la puerta fueron recibidos por una representaci�n de las Hermandades con sede en las iglesias del Barrio de San Lorenzo que depositaron ramos de flores en los tronos de las im�genes titulares que ya desde hoy formar�n parte de la vida e historia semanantera de esta parte de la ciudad.