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Jueves, 03 de Diciembre de 2009 16:00

Dia Nacional de la persona obesa: Investigadores de la Universidad de C�rdoba estudian c�mo la predisposici�n gen�tica puede desencadenar el s�ndrome metab�lico

G.C. - C.M.
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Un grupo de investigaci�n de la Universidad de C�rdoba, dirigido por Jos� L�pez Miranda, ha realizado un perfil gen�tico sobre muestras a 80 personas para ver qu� diferencias existen entre ellas a la hora de desarrollar el s�ndrome metab�lico (SM), y qu� relaci�n guarda con la ingesta de grasas.

Los investigadores cordobeses consideran que existe una predisposici�n gen�tica a la que, si se le suma una dieta inadecuada, puede desencadenar esta enfermedad, un estado patol�gico que actualmente padecen entre el 30% y el 40% de la poblaci�n espa�ola mayor de 50 a�os y que se caracteriza por el desencadenamiento de enfermedades cardiovasculares, diabetes o hipertensi�n, entre otras patolog�as. Los investigadores han constatado que ingerir una dieta rica en aceite de oliva ayuda a prevenir el SM.

Para el grupo del doctor L�pez Miranda, la dieta mediterr�nea previene la aparici�n de enfermedades cardiovasculares.

Bajo el t�tulo Nutrigen�mica de la respuesta inflamatoria postprandial tras la ingesta de aceite de oliva virgen, este proyecto de excelencia �financiado por la Consejer�a de Innovaci�n Ciencia y Empresa de la Junta de Andaluc�a con 234.000 Euros-, pretende estudiar c�mo la gen�tica de cada persona puede ser clave en la predisposici�n a padecer el S�ndrome Metab�lico, y c�mo en funci�n de la dieta se puede potenciar o no esta enfermedad.

Para desvelar las claves, el equipo de investigadores cordob�s se introduce en el �mbito de la nutrigen�mica, disciplina cient�fica que estudia la expresi�n de los genes en relaci�n con la nutrici�n y el desarrollo de enfermedades asociadas. Para ello, han genotipado a 80 personas para ver cu�les son potencialmente susceptibles a desarrollar SM cuando consumen grasas saturadas y demostrar c�mo existe una predisposici�n gen�tica en cada individuo a la que, si se le suma una dieta inadecuada, puede desencadenar o acuciar el s�ndrome metab�lico. Y es que, como alerta L�pez Miranda, una persona con s�ndrome metab�lico tienetres veces m�s riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular y de morirse de un infarto que aquella que no lo tiene, as� como 10 veces m�s riesgo de padecer una diabetes: "Estamos hablando de un aut�ntico problema para la salud". Por lo que cuidar qu� comemos, constituye un aliciente para mejorar nuestra calidad de vida.

La investigaci�n se ha centrado en analizar c�mo modular la respuesta del organismo despu�s de las comidas a trav�s de una dieta saludable. Con este fin, utilizaron un sistema l�ser de gran precisi�n, con el que estudiaron el flujo arterial en 80 pacientes con SM y observaron c�mo mejoraba la vasodilataci�n de sus arterias dependiendo del modelo de alimentaci�n y, de esta forma, la cascada de factores de riesgo que conforman el s�ndrome metab�lico. Un grupo de 20 recibi� una dieta rica en grasa saturada, la t�pica occidental; otras 20 personas recibieron una dieta rica en grasa monoinsaturada, la t�pica mediterr�nea. Otros tantos, una dieta pobre en grasa, y los restantes una dieta pobre en grasa enriquecida con �cidos omega 3.

Finalmente, estos cient�ficos han desprendido de sus an�lisis que con una dieta mediterr�nea, rica en aceite de oliva, se consigue mejorar las alteraciones inflamatorias que se producen en el organismo despu�s de las comidas. Lo cual repercute sobre nuestras arterias y, por tanto, en la mejor�a o posibilidad de desarrollar un s�ndrome metab�lico.

Estudios previos

L�pez Miranda ha partido de estudios anteriores en los que comprobaron que, el tambi�n llamado s�ndrome X, es una enfermedad del tejido adiposo, (conjunto de c�lulas del organismo que, entre otras, cumple funciones metab�licas). Seg�n explica este experto en nutrici�n, "el s�ndrome metab�lico se manifiesta fundamentalmente durante el estado postpandrial", esto es, despu�s de las comidas. La primera respuesta del organismo tras la i del d�a procesando esta respuesta, que es extremadamente variable entre unas personas y otras. Adem�s, hoy d�a sabemos que la magnitud en la que se produzca y el tiempo que dura, est� �ntimamente relacionado con el desarrollo de una enfermedad cardiovascular".

( De " Innova Press")
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