Jueves, 16 de Abril de 2009 13:17

La Universidad de C�rdoba se convierte en el segundo espacio andaluz cardioprotegido

UCC+i
Califica este artículo
(0 votos)
La Universidad de C�rdoba se ha convertido hoy en el segundo espacio p�blico andaluz cardioprotegido, despu�s del Parlamento de Andaluc�a. Y lo ha hecho gracias a la firma de un acuerdo de colaboraci�n entre la instituci�n y la Empresa P�blica de Emergencias Sanitarias 061 de Andaluc�a, que han susc
rito el rector, Jos� Manuel Rold�n Nogueras, y el director de la empresa, Jos� Franco, en presencia de la delegada provincial de Salud, Isabel Baena. Un convenio que posibilitar� la formaci�n de una parte del personal universitario en el manejo de desfibriladores autom�ticos para la resucitaci�n cardiopulmonar en los primeros minutos tras el infarto.

El objetivo, seg�n ha explicado la delegada de Salud, es lograr con el tiempo que todo el personal universitario y los estudiantes se encuentren siempre a menos de 3 minutos de un desfibrilador y siempre haya personal formado para atenderlos ante cualquier incidencia. De momento, la Universidad de C�rdoba cuenta con este tipo de servicios en el Rectorado y en el Campus de Rabanales, donde ya se ha formado a parte de personal de administraci�n y servicios y donde recibir� el oportuno curso el mismo rector, que se ha comprometido hoy p�blicamente a ello tras la firma del convenio.

Plan de Urgencias

Esta iniciativa se enmarca en el plan andaluz, impulsado por la Consejer�a de Salud, de Desfibrilaci�n Semiautom�tica Externa, que nace a propuesta del Plan Andaluz de Urgencias y Emergencias y se enmarca dentro del Plan Integral de Atenci�n a las Cardiopat�as (2005-2009). Con este acuerdo, se fomenta adem�s uno de los principales objetivos del Plan Integral de Atenci�n a las Cardiopat�as: el de potenciar la red sanitaria andaluza para la asistencia en muerte s�bita cardiaca.

Se trata de un acuerdo de gran importancia, ya que la probabilidad de recuperar a un paciente de un episodio de muerte s�bita card�aca est� directamente relacionada con el tiempo de inicio de la asistencia, especialmente con el retraso en la primera desfibrilaci�n y con una atenci�n espec�fica continuada conocida como 'cadena de supervivencia'. La cadena de supervivencia comienza en el paciente y su entorno y se prolonga con los servicios sanitarios.

Actividades de formaci�n

Junto a esta iniciativa, la Consejer�a de Salud, a trav�s del Plan Integral de Atenci�n a las Cardiopat�as y dentro del Proyecto Davida, viene desarrollando actividades formativas dirigidas a poblaci�n general. En este sentido, ha formado ya a casi 300 personas en t�cnicas de reanimaci�n cardiopulmonar b�sica dentro del programa denominado 'Aprende a cuidar su coraz�n', que cumple este a�o su tercera edici�n y que se ha dirigido a asociaciones de pacientes card�acos, asociaciones de consumidores, asociaciones de pacientes diab�ticos, as� como a primeros intervinientes (polic�as, guardias civiles, miembros de la unidad militar de emergencias,�).

En los �ltimos a�os, esta iniciativa se ha hecho extensiva a docentes y alumnos de Educaci�n Secundaria Obligatoria que han realizado cursos sobre t�cnicas de reanimaci�n cardiopulmonar b�sica. Con esta medida se han formado en soporte vital b�sico 48 educadores de ense�anza secundaria. Adem�s, se ha formado a 60 monitores del Instituto Andaluz de la Juventud.

Dentro de las actividades formativas, C�rdoba ha sido pionera incluyendo en sus cursos a discapacitados auditivos, realiz�ndose un curso espec�fico y adaptado en colaboraci�n con la Asociaci�n de Sordos de C�rdoba, formando a 24 alumnos.

Recursos materiales

Como soporte a estos cursos de formaci�n, el Servicio Andaluz de Salud ha adquirido equipos completos de maniqu�es para hacer pr�cticas de reanimaci�n cardiopulmonar b�sica, de esta forma cada hospital y cada distrito sanitario cuenta con un equipo, adem�s de los equipos de formaci�n adquiridos por el 061 espec�ficamente para la formaci�n en el uso de los Desfibriladores Semiautom�ticos.

En C�rdoba hay actualmente 242 personas que han superado los cursos para el uso de los Desfibriladores Semiautom�ticos. Estos nuevos equipos posibilitan la simulaci�n de la desfibrilaci�n semiautom�tica, con aparatos que detectan cu�ndo es necesario suministrar una descarga el�ctrica y aconsejan que se realice y la desfibrilaci�n manual, en la que los profesionales que manejan el desfibrilador son los que interpretan cu�ndo y en qu� condiciones es necesaria la descarga.

Incidencia cardiopat�as

La Organizaci�n Mundial de la Salud indica que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo. Se calcula que, en 2005, murieron por este motivo 17,5 millones de personas, lo cual representa un 30% de todas las muertes registradas en el mundo (7,6 millones de esas muertes se debieron a la cardiopat�a coronaria).

En Espa�a, seg�n la Sociedad Espa�ola de Cardiolog�a, la cardiopat�a isqu�mica ocasiona el mayor n�mero de muertes cardiovasculares (31% del total, un 40% en varones y un 24% en mujeres) y se estima que cada a�o aumente un 1,5% el n�mero de casos de infarto y angina que ingresar�n en los hospitales espa�oles debido al envejecimiento de la poblaci�n.

Casi el 80% de los eventos de muerte s�bita card�aca acontecen fuera del entorno hospitalario. Muchas de estas muertes pueden evitarse con pol�ticas preventivas adecuadas. En la gran mayor�a de los casos las personas que padecen un episodio de fibrilaci�n ventricular fallecen por ausencia o fracaso de las maniobras de soporte vital b�sico (24.500 en Espa�a cada a�o) y la experiencia cient�fica ha demostrado que el �nico tratamiento eficaz contra la fibrilaci�n ventricular es la desfibrilaci�n el�ctrica.

Esta terapia ha de ser lo m�s r�pida posible para ser eficaz. De hecho se estima que su eficacia, medida en t�rminos de supervivencia, disminuye aproximadamente un 10 por ciento con cada minuto de demora en la desfibrilaci�n. La mayor�a de los expertos y las sociedades cient�ficas recomiendan aplicar este tratamiento en los tres primeros minutos para tener opciones razonables de supervivencia sin secuelas.

El desarrollo de sistemas de desfibrilaci�n semiautom�tica de acceso p�blico constituye, por tanto, la opci�n id�nea para permitir el tratamiento efectivo de la muerte s�bita debida a taquiarritmias ventriculares en un tiempo adecuado. La implantaci�n de sistemas de este tipo permite establecer entornos cardioprotegidos frente a este evento.