Estudiantes y profesores de Econom�a de habla alemana en m�s de 50 universidades del mundo han firmado un manifiesto para llamar la atenci�n sobre el alarmante estado de la ciencia econ�mica y para remodelar los estudios de Econom�a. El texto ha empezado tambi�n a circular en Espa�a y en las universidades iberoamericas.
En �l se dice que �D�cadas de creencia en las fuerzas de autorregulaci�n del mercado, la falta de auto-reflexi�n y la falta de diversidad te�rica y metodol�gica han llevado a nuestra profesi�n a un callej�n sin salida. La unilateralidad del pensamiento econ�mico tambi�n ha contribuido a la actual crisis econ�mica y a la falta de perspectiva�, para a�adir que los economistas tienen una gran influencia en el discurso p�blico (organizaciones de investigaci�n y consultor�a, etc.) y �act�an a menudo como portadores de la unilateralidad en el pensamiento econ�mico�, aunque solo podr�n �hacer justicia a este papel cuando renovemos la Econom�a mediante el desarrollo de una visi�n pluralista sobre los problemas econ�micos�.
Por eso hace un llamamiento a todos los profesores y estudiantes a participar en el redise�o de la profesi�n y a considerar los siguientes principios en los �mbitos de la investigaci�n y la docencia. A continuaci�n el documento expone los tres principios y las seis demandas que siguen:
I. Diversidad te�rica en vez de monocultivo intelectual
El �nfasis principal de las ense�anzas actuales y la investigaci�n reside en diferentes versiones de los modelos neocl�sicos. En las universidades alemanas, no se presta suficiente atenci�n a las diferentes escuelas en la investigaci�n y las ense�anzas m�s all� de esta corriente. Este "monocultivo intelectual" restringe el an�lisis econ�mico y es propenso a incurrir en errores. Llamamos a una interacci�n cr�tica de las diferentes teor�as econ�micas. La Econom�a es una ciencia social y debe � como otras ciencias sociales� acomodarse una variedad de enfoques te�ricos. Entre estos prometedores enfoques, pero actualmente en gran medida abandonados, pueden incluirse: la Econom�a Institucional, la Econom�a Evolutiva, la Econom�a Feminista, la investigaci�n sobre la felicidad, la Econom�a Marxista, la Econom�a Ecol�gica y la Econom�a Post-keynesiana.
II. Variedad de m�todos en vez de Matem�ticas aplicadas.
La matematizaci�n de la econom�a ha dado lugar a la degeneraci�n de la ense�anza de las matem�ticas aplicadas. Las Matem�ticas s�lo deben ser un medio y no un fin en s� mismo para los economistas. Las Matem�ticas deben ser s�lo una parte de un rico espectro de m�todos de investigaci�n y ense�anzas en Econom�a. En materia de investigaci�n, esto implica-entre otras cosas- estudios inter y trans-disciplinarios de casos, comparaciones entre teor�as, entrevistas, cuestionarios, trabajos de campo, modelos de simulaci�n y an�lisis del discurso. Los m�todos de ense�anza deben ampliarse, por ejemplo, con libros de texto plurales, trabajos en grupos peque�os, seminarios, reuniones inter y trans-disciplinarias, estudios de casos y estudio de los textos originales.
III. Reflexi�n en lugar de supuestos incuestionables y normativos
Los supuestos b�sicos de la econom�a no son, con frecuencia, ni cuestionables ni expl�citos. Al mismo tiempo, estos supuestos son frecuentemente no s�lo descriptivos, sino tambi�n de car�cter normativo. En �ltima instancia, este tipo de an�lisis econ�mico contiene en alguna medida juicios de valor. La reflexi�n sobre ellos en Econom�a es una parte necesaria del trabajo cient�fico. Especialmente, la matematizaci�n de la Econom�a conduce a un oscurecimiento de los juicios de valor y, por lo tanto, a una supuesta racionalizaci�n de los programas pol�ticos. A pesar de todos los intentos de definirla a trav�s de las Matem�ticas como tal, la Econom�a no es una ciencia natural.
Por otra parte, los estudiantes de Econom�a deben ser m�s conscientes del contexto hist�rico y cultural de la actividad econ�mica. S�lo aquellos que son conscientes de la complejidad de la realidad pueden aplicar correctamente los modelos cient�ficos. En este caso, no hay ning�n riesgo de confusi�n de los modelos con la realidad. Para ello, los economistas deben conocer la historia del pensamiento econ�mico y los fundamentos de las teor�as cient�ficas. Materias sobre la Historia del Pensamiento Econ�mico y la Filosof�a de la Ciencia deben formar parte del plan de estudios.
Una lista detallada de las personas que han adoptado esta iniciativa y de los firmantes puede encontrarse en
www.plurale-oekonomik.de