Miércoles, 19 de Noviembre de 2008 13:13

Una investigaci�n de la Universidad de C�rdoba eval�a la captura de CO2 por los cultivos de secano andaluces

G.C. - C.M.
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Los cultivos de trigo, girasol, garbanzos y habas sembrados en la campi�a andaluza capturan anualmente 4,8 millones de toneladas de CO2 de la atm�sfera, lo que representa el 16% de las emisiones de CO2 en Andaluc�a y un 3% de las emisiones en Espa�a. Esta es una de las conclusiones de un estudio pre
liminar sobre la contribuci�n que la agricultura andaluza de secano podr�a aportar para alcanzar los objetivos a los que Espa�a se comprometi� en el protocolo de Kioto, realizado por un grupo de investigaci�n de la Universidad de C�rdoba dirigido por el catedr�tico de Cultivos Herb�ceos de la Escuela Superior de Ingenieros Agr�nomos e Ingenieros de Montes, Luis L�pez Bellido

Dicho estudio est� basado en la informaci�n suministrada por un experimento de campo de larga duraci�n, denominado " Malag�n", ubicado en la campi�a de C�rdoba, iniciado hace 22 a�os. El experimento constituye un observatorio privilegiado para cuantificar la cantidad de CO2 que capturan los principales cultivos herb�ceos sembrados en las campi�as andaluzas ( trigo, habas, girasol y garbanzos) en funci�n de los distintos sistemas de laboreo y de las rotaciones de cultivo.

La investigaci�n tambi�n arroja datos sobre el contenido de carbono org�nico en el suelo al comienzo del experimento (1986), que fue de 30 toneladas/hect�rea. Tras 20 a�os se alcanzaron valores de 54 Tm/Ha cuando se practic� el no laboreo y de 46 Tm/Ha con el sistema de laboreo convencional. En ambos casos siempre sin quemar el rastrojo ni retirar la paja. Esto equivale a decir que el suelo secuestra cada a�o 4,4 toneladas/ha de di�xido de carbono con el sistema de no laboreo y 3 tm/ha con el m�todo de laboreo convencional.

Todo ello indica que la agricultura, a diferencia de otros sectores, como la industria o el transporte es capaz, bajo un manejo apropiado, no solo de reducir a cero las emisiones de CO2 a la atm�sfera, sino de capturar �ste y almacenarlo como carbono en el suelo. En opini�n de Luis L�pez Bellido, investigador principal del grupo, dado el inter�s del tema en la actualidad, " deber�an promoverse estudios m�s amplios y detallados encaminados a poner en valor las numerosas externalidades de la agricultura, entre ellas, como en este caso, su contribuci�n a los balances reales de CO2 que son de suma importancia para el medio ambiente y para satisfacer las exigencias del protocolo de Kioto.

Este grupo de investigaci�n cordob�s mantiene actualmente un programa de colaboraci�n con el Carbon Management and Sequestration Center de la Universidad de Ohio ( Estados Unidos) que dirige el profesor Rattan Lal. En dicho centro, considerado uno de los m�s importantes del mundo en su especialidad, han realizado estancias varios de sus componentes.

El exceso de gas di�xido de carbono (CO2) en nuestra atm�sfera induce un calentamiento del planeta debido a su capacidad para provocar el llamado efecto invernadero. Este, dicho de modo sencillo, consiste en una mayor resistencia por parte de la atm�sfera a dejar escapar hacia el espacio exterior el calor que emite la Tierra, con lo que �ste va acumul�ndose y, por consiguiente, aumentando la temperatura.

En previsi�n del perjuicio que ocasionar�a un excesivo calentamiento, la comunidad internacional firm� en 1997 el Protocolo de Kioto con el objetivo de reducir en el periodo 2008-12 las emisiones de gases de efecto invernadero en un 5% respecto a los niveles de 1990. La UE se comprometi� a reducir sus emisiones un 8% y Espa�a acord� fijar sus emisiones como m�ximo en un 15% respecto al citado a�o. Seg�n datos del Ministerio de Medio Ambiente, el a�o 2006 registr� unas emisiones del 49,5% respecto a los niveles de 1990.
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