La revista cient�fica Anales de Arqueolog�a ha celebrado hoy su 18 aniversario con la presentaci�n de sus dos �ltimos n�meros en un acto en el que adem�s el �rea de Arqueolog�a ha aprovechado para mostrar los �ltimos cuatro vol�menes de la colecci�n 'Arqueolog�a Cordobesa', que edita el Servicio de Publicaciones de la Universidad de C�rdoba.
Durante la presentaci�n, que ha contado con la presencia del director del Servicio de Publicaciones, Fernando L�pez Mora, el catedr�tico de Arqueolog�a, Desiderio Vaquerizo, ha anunciado que a lo largo de 2008 'Anales' y 'Arqueolog�a Cordobesa' modificar�n sus dise�os para presentarse como un mismo modelo, que servir� de base adem�s a una nueva colecci�n, 'Anejos de Anales de Arqueol�a'.
El �ltimo n�mero de la revista, una de las m�s prestigiosas en el panorama arqueol�gico internacional, es un compedio de colaboraciones de investigadores externos a la Universidad de C�rdoba que han querido celebrar la mayor�a de edad de la edici�n con art�culos que comprenden desde la etapa prerromana de la Pen�sula Ib�rica hasta la Edad Media. El n�mero 17, en cambio, es un monogr�fico de dos vol�menes dedicados al mundo funerario cordob�s desde la Antig�edad hasta la etapa califal. En esa edici�n queda explicitado uno de los ejes fundamentales del trabajo del �rea de Arqueolog�a de la Universidad de C�rdoba, que desde hace a�os entiende y trabaja en la ciudad como un yacimiento �nico.
Futo de esa labor son los cuatro monogr�ficos presentados esta ma�ana. "La secuencia cultural de la Corduba prerromana a trav�s de sus complejos cer�micos", de Enrique Le�n Pastor; "Los opera sectilia cordobeses", de M� Isabel Guti�rrez Deza, "Santa Rosa. Un sector de la Necr�polis Septentrional de Colonia Patricia", de Esther L. Moreno Romero, y "La monumentalizaci�n de los espacios funerarios en Colonia Patricia Corduba (ss. I a.C.-II d.C.)", de Ana B. Ruiz Osuna. Cuatro j�venes mimebros del �rea de Arqueolog�a de la Universidad de C�rdoba que han aprovechado la presentaci�n de sus estudios para defender la necesidad de realizar las obras p�blicas en la ciudad con una planificaci�n adecuada que permita "entender los restos arqueol�gicos como recursos que son y no como r�moras, como se quiere hacer ver", en palabras de Enrique Le�n.