La evoluci�n por selecci�n natural est� m�s de acuerdo con la fe religiosa en un Dios de amor, de misericordia y sabidur�a que el llamado "dise�o inteligente" que atribuye al Creador las imperfecciones del mundo de la vida. Sobre esta idea hizo girar el bi�logo y profesor del Departamento de Ecolog�a y Biolog�a Evolutiva de la Universidad de California, Irvine, Francisco J. Ayala, las dos conferencias que pronunci� ayer en la Universidad de C�rdoba.

La primera, por la ma�ana, en el aula magna del campus de Rabanales con el t�tulo "La revoluci�n de Darwin. De la selecci�n natural a la evoluci�n humana" iniciaba la conmemoraci�n del bicentenario del padre del evolucionismo y la segunda, por la tarde, en el sal�n de actos de la Facultad de Filosof�a y Letras esta vez sobre "Darwin en la Historia de las ideas. De la Teolog�a Natural a la Selecci�n Natural" inauguraba una nueva edici�n del ciclo del Aula de Religi�n y Humanismo "La memoria de Europa en un mundo global".

La presencia del que fue presidente de la American Association for the Advancement of Science y miembro del Comit� de Asesores de Ciencia y Tecnolog�a del presidente Clinton despert� en ambos casos gran expectaci�n y ampl�sima asistencia de p�blico ante el que Ayala, desde distintas perspectivas expuso su convicci�n de que Ciencia y Fe religiosa no est�n en contradicci�n, ni pueden estarlo, puesto que tratan de asuntos diferentes que no se solapan, La Ciencia busca descubrir y explicar los procesos de la Naturaleza. La Religi�n trata del significado y prop�sito del universo y de la vida, la relaci�n entre los humanos y su creador y los valores morales que inspiran y gu�an la vida humana.

Para el conferenciante, que cuenta en su haber con la Medalla Nacional de las Ciencias de los Estados Unidos, la selecci�n natural explica la evoluci�n de las especies a trav�s de millones de a�os y la adaptaci�n de los organismos a su entorno. Pero el mundo de la vida est� lleno de imperfecciones, sufrimiento, crueldad y sadismo. La espina dorsal est� mal dise�ada, los depredadores devoran a sus presas, los par�sitos destruyen a sus hu�spedes. La selecci�n natural explica esas calamidades que, por ello, no necesitan ser atribuidas al mal dise�o o perversidad del Creador y est�n m�s de acuerdo con la fe que la formulaci�n espec�fica del creacionismo conocida como "dise�o inteligente" seg�n la cual la mera complejidad de los organismos vivos delata que han sido "dise�ados por un dise�ador" en cuyo caso, seg�n Ayala, dadas todas las imperfecciones existentes "�ste ser�a un p�simo ingeniero, un dise�ador torpe, cruel y m�sero". S�lo la teoria de la evoluci�n puede explicar tal calamidad como consecuencia de la selecci�n natural que es un proceso torpe y azaroso.

Coincidiendo con la opini�n de Juan Pablo II cuando dice que, la Biblia nos habla del origen del Universo y de su creaci�n, no para proporcionarnos un tratado cient�fico, sino para establecer las correctas relaciones del hombre con Dios y con el Universo, Ayala discrepa de quienes se ci�en a su tenor literal, "porque adem�s sus textos se contradicen a si mismos en muchas ocasiones". Ayala, que profes� como sacerdote dominico para despu�s abandonar su vocaci�n, y que ha publicado recientemente el libro "Darwin y el dise�o inteligente. Creacionismo, cristianismo y Evoluci�n" ( Alianza, Ensayo) apoy� su argumentaci�n en distintos aspectos de la evoluci�n humana y molecular, analizando algunos aspectos del creacionismo fundamentalista que se da en los Estados Unidos, el poder y los l�mites de la Ciencia y el papel jugado por Darwin en la historia de las ideas.