El secretario general de UGT, C�ndido M�ndez, ha defendido la concepci�n de la inmigraci�n como "una realidad contundente" que no s�lo no pone en peligro la unidad nacional, sino que la "engrandece desde la diversidad". M�ndez ha rechazado la definici�n de los movimientos migratorios como un problema. Para el presidente de la Confederaci�n Europea de Sindicatos (CES), "es una necesidad compartida que debemos afrontar trabajando por la generaci�n de mecanismos de integraci�n y de reconocimiento a la diversidad con un �nico l�mite: el respeto al marco legal de la Constituci�n".
M�ndez, que ha hablado hoy sobre "Trabajo e inmigraci�n" en el curso de verano "Inmigraci�n y diversidad: los retos de una sociedad cultural", ha destacado el marcado car�cter laboral de los movimientos migratorios en la actualidad, convirti�ndose en "el desaf�o m�s importante de la comunidad internacional y una clara muestra del fallo estructural de la econom�a mundial". Seg�n datos de la Organizaci�n Internacional del Trabajo (OIT) el 60% de los emigrantes que abandonan sus lugares de origen por razones de trabajo se trasladan a pa�ses en v�as de desarrollo, siendo algo menos del 40% de esta poblaci�n los que se viajan a pa�ses industrializados.
Este fen�meno en creciente expansi�n requiere, seg�n M�ndez, la necesidad de definir una marco multilateral de car�cter mundial. El presidente de la Confederaci�n Europea de Sindicatos ha asegurado que en el marco de la UE "las pol�ticas de inmigraci�n no pueden tener como �nico objetivo el control de las fronteras, deben desarrollarse pol�ticas migratorias transversales que tengan como meta la generaci�n de empleo, los principios de igualdad, el control de la explotaci�n laboral, la protecci�n de la mano de obra clandestina e incorporar la dimensi�n de g�nero". En este sentido la CES ha formulado una propuesta legislativa que contemple el reconocimiento de la ciudadan�a europea a los residentes legales de terceros pa�ses.
En nuestro pa�s las propuestas de la Uni�n General de Trabajadores se centran sobre tres ejes: un pacto de estado para la inmigraci�n en el marco parlamentario, "para evitar, entre otras cosas- seg�n M�ndez- que haya en cuatro a�os, cuatro leyes de extranjer�a distintas"; la creaci�n de una comisi�n laboral con car�cter estable en la que participen sindicatos, empresarios y administraci�n, y la definici�n de un "itinerario de protecci�n jur�dica para los inmigrantes" que permita de manera individualizada que qui�nes se encuentren en nuestro pa�s con trabajo regularicen su situaci�n y se garantice la consolidaci�n de sus condiciones laborales. Paralelamente, la atenci�n a este colectivo tendr� un apartado espec�fico dentro de la declaraci�n para el Di�logo Social, que actualmente negocian sindicatos, empresarios y Gobierno, con lo que se reconocer� "la dimensi�n laboral de un fen�meno que actualmente se est� acometiendo b�sicamente desde el control de fronteras y las pol�ticas asistenciales".
En Espa�a los datos hablan por s� solos de la dimensi�n del fen�meno migratorio. Si en 1998, los trabajadores extranjeros representaban el 1% de la poblaci�n activa, este porcentaje se situaba en el 4% el pasado a�o. En t�rminos de desempleo, el 5% de la poblaci�n parada en 2003 correspond�a al colectivo de trabajadores inmigrantes. A estas cifras hay que a�adir los 800.000 extranjeros que, seg�n datos del sindicato, se encuentran en nuestro pa�s de manera irregular, una cifra que se ha multiplicado por siete desde el a�o 91 y que da claras muestras del fracaso de los procesos de regularizaci�n extraordinaria. El secretario general de UGT se ha mostrado partidario de la regularizaci�n en origen, de los contingentes y del permiso de temporada, pero compatible con la legalizaci�n de los inmigrantes que trabajan en Espa�a en situaci�n irregular.